(POLÍTICA YA). – No era su show de reality “El Aprendiz”, pero el drama que se desarrolló el martes en el Capitolio, mientras Donald Trump daba su discurso sobre el Estado de la Unión, pareció acumular todas las características de un espectáculo de televisión.
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El show se lo robó Nancy Pelosi quien, tras sufrir el desaire de Trump que no le quiso dar la mano al principio, hizo gestos desaprobatorios durante la alocución del presidente, y al final destrozó la copia dura del discurso.
Cuando salió del Capitolio, un periodista le preguntó por qué rompió el discurso. “Porque era lo más cortés que podía hacer considerando las alternativas“, respondió.
Antes, el presidente fue recibido en la sala de la Cámara de Representantes ante los gritos republicanos de “Cuatro años más”, y recibió varias ovaciones durante partes de la alocución, que más bien parecía un discurso de campaña.
Pelosi, sentada detrás del presidente en su lugar habitual detrás del estrado, sonrió con ironía cuando el mandatario habló sobre proteger las condiciones médicas preexistentes primero garantizadas por Obamacare, que los republicanos, incluido Trump, han intentado desmantelar durante años.
La legisladora sacudió la cabeza cuando Trump atacó a California, su estado natal, por ser un “santuario muy terrible” para inmigrantes indocumentados, y pronunció las palabras “no es cierto” durante otras partes de su discurso.
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VESTIDAS DE BLANCO

El lado demócrata contenía un mar de mujeres que vestían chaquetas de traje blanco en honor al movimiento sufragista, mientras que el lado republicano estaba dominado por trajes oscuros y caras blancas, como ha sido desde 2017 cuando Trump dio su primer discurso ante una sesión conjunta del Congreso.
Además del exceso de celebración a lo que él llama sus logros de su gobierno, y a las frecuentes falsedades que dijo, También realizó un truco que dejó a los demócratas con la boca abierta: anunció la medalla presidencial de la libertad, el más alto honor civil de Estados Unidos, para el polémico y conservador presentador de televisión, Rush Limbaugh.
Los demócratas permanecieron en sus asientos, con cara de piedra, mientras los republicanos se levantaban, y aplaudían con entusiasmo.
En momentos en que el mandatario se vanagloriaba de lo que supuestamente ha hecho para reducir los costos médicos, los demócratas de la Cámara respondieron rápidamente poniéndose de pie, levantando tres dedos y cantando: “¡H.R. 3! ¡H.R. 3!”, el nombre de la Ley Elijah E. Cummings para reducir los costos de los medicamentos ahora, nombrada en honor del fallecido Representante.
La medida, que requiere que Medicare negocie precios más bajos en insulina y otros medicamentos que salvan vidas, fue aprobada por la Cámara en diciembre y ahora está estancada en el Senado.
Fred Guttenberg, quien perdió a su hija de 14 años en el tiroteo escolar en Parkland, Florida, gritó a Trump desde el público cuando el presidente prometió defender el derecho de portar armas sin ofrecer medidas para evitar futuras masacres.
Guttenberg se convirtió entonces en el héroe de la noche.