(POLÍTICA YA). – En la carta que Donald Trump envió a Nancy Pelosi este martes, el día antes de la votación de la Cámara de Representantes de los artículos acusatorios de abuso de poder y obstrucción del Congreso en su contra, el presidente calificó su “impeachment” como un golpe de estado ilegal.
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“Le escribo para expresar mi protesta más contundente y poderosa en oposición a la cruzada partidista de juicio político que está siendo impulsada por los demócratas en la Cámara de Representantes”, dice el mandatario al principio de su misiva.
La incendiaria carta de seis páginas de Trump acusa a los demócratas de “perversión de la justicia y abuso de poder” por el esfuerzo de llevarlo a un juicio político para destituirlo del cargo.
El presidente escribió además que, durante la investigación para el juicio político, se le negaron sus derechos constitucionales para poder presentar evidencia, tener a sus abogados presentes, y cuestionar a los testigos.
LOS HECHOS
Trump: “Este proceso representa un abuso de poder inconstitucional y sin precedentes por parte de los legisladores demócratas, sin igual en dos siglos y medio de historial legislativo estadounidense” dice Trump en su carta.
La realidad: Aunque la Constitución es vaga en cuanto a las reglas del juicio político, sí afirma que la Cámara de Representantes tiene el poder de acusación para el juicio político, y que el Senado tiene el poder exclusivo de juzgar.
Trump: “Esto no es más que un intento de golpe de Estado ilegal y partidista que, si nos basamos en el sentir popular reciente, fracasará en las urnas. No solamente están tras de mí, como el presidente, sino tras de todo el Partido Republicano”.
La realidad: Un golpe de estado es la remoción repentina e irregular de la autoridad ejecutiva de un gobierno independiente, como ocurrió en Chile en 1973 cuando fue destituido, mediante un golpe militar, al presidente Salvador Allende que había sido elegido mediante el voto, dando lugar al régimen dictatorial de 16 años de Augusto Pinochet.
En cambio, el “impeachment” figura en el Artículo II, sección 4 de la Constitución como la forma para destituir a un presidente que ha cometido “crímenes y delitos menores”.
“El Presidente, el Vicepresidente y todos los Oficiales civiles de los Estados Unidos serán removidos de la Oficina mediante el Juicio Político y Condena por Traición, Soborno u otros Altos Crímenes y Delitos Menores”, dice la Constitución.
Trump: “A mí me han dejado sin el debido proceso constitucional desde el primer momento de esta estafa de juicio político y hasta la fecha”, continúa el mandatario. “Me han negado los derechos más fundamentales que otorga la Constitución, incluyendo el derecho a presentar evidencias, a tener presente a mi defensa, a confrontar a quienes me acusan y a convocar a testigos para también cuestionarlos”.
La realidad: El Comité Judicial de la Cámara baja invitó a Trump a participar en sus audiencias de juicio político, pero la Casa Blanca rechazó la invitación.
Expertos judiciales señalan que si en el actual proceso de “impeachment” se aplicaran los derechos al debido proceso del sistema penal, serían otorgados durante la fase de juicio político en el Senado, no en la etapa de la Cámara.
La investigación de la Cámara es similar a una investigación de la policía, un fiscal o un gran jurado, y tampoco se otorgan los derechos al debido proceso.
Trump: “Les dieron más acceso al debido proceso a quienes fueron acusados en los juicios de Salem por brujería”.
La realidad: El presidente se refiere a los juicios de los años1600, cuando 19 personas inocentes fueron ahorcadas tras ser acusadas de brujería y condenadas por cortes que aceptaron evidencia “espectral” de sueños.
Algunos de los acusados fueron torturados hasta sus confesiones, un proceso muy distinto al que han llevado a cabo los demócratas en la Cámara de Representantes.