(POLÍTICA YA). – Para la mega-redada de agosto pasado en Mississippi que terminó en el arresto de casi 700 inmigrantes, el gobierno del presidente Donald Trump gastó cerca de $1.3 millones.
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La costosa operación contó además con 600 agentes federales que apresaron a 680 trabajadores indocumentados en siete plantas procesadoras de carne de pollo en ese estado.
Solo nueve de los cientos de inmigrantes detenidos tenían un récord criminal.
Richard Rocha, portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), dijo al sitio de noticias Clarion Ledger de la ciudad de Jackson que esos costos se remontan hasta 18 meses antes de las redadas del 7 de agosto, cuando comenzó la investigación a varias plantas de procesamiento.
Los datos surgieron durante una audiencia sobre la mega redada de ICE que celebró este jueves el comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes en Tougaloo, Mississippi.
Los legisladores interrogaron a uno de los funcionarios que supervisaron la operación sobre la decisión de no advertir a las partes interesadas locales, la falta de acciones contra los empleadores, y la separación de los niños de los padres inmigrantes que permanecen detenidos.
ACUSADORA RESPUESTA
Jere Miles, agente especial de ICE, dijo que la agencia no sabe cuántos niños permanecen separados de los padres que fueron detenidos durante la extensa operación del 7de agosto.
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“¿Se da cuenta de lo acusadora que es esa respuesta?” le preguntó a Miles la representante de Texas Sheila Jackson Lee a Miles, quien enfrentó un feroz interrogatorio de parte de los congresistas durante la audiencia.
Bennie Thompson, presidente del comité congresional, dijo durante una de sus intervenciones que solo los salarios de los 600 agentes federales que participaron en la redada de un día representan un costo estimado de $478,000.
“Estas redadas son un error y representan el mal uso de nuestros recursos“, agregó Cliff Johnson, director del McArthur Justice Center de la Universidad de Mississippi participó en la audiencia como testigo.
Según Miles, ICE proporcionó 11 teléfonos para que los usaran 680 detenidos el día de la redada, y dijo que algunos distritos escolares recibieron notificación previa a la operación, pero parece que solo se contactó a los distritos escolares del condado, lo que significa que algunos de los distritos escolares más afectados por las redadas quedaron en la oscuridad.
Miles también fue cuestionado sobre cuántos de los 680 detenidos en la redada del 7 de agosto en Mississippi tenían antecedentes por crímenes de cualquier naturaleza: solo nueve, según respondió el agente, y todos ya se habían presentado ante la justicia: seis tenían récord por violencia doméstica; uno por asalto; uno por violencia (battery); y uno por resistencia al arresto.
Ninguno de ellos estaba asociado con crímenes como terrorismo o violencia de pandillas, ni representaba una amenaza para la seguridad nacional.
Cientos de los detenidos fueron liberados horas después para continuar sus procedimientos de inmigración fuera de la detención, pero muchos quedaron dentro.
Miles dijo que no sabía cuántos de los 680 trabajadores inicialmente detenidos permanecen encarcelados, pero el representante Thompson afirmó que testigos en la audiencia dijeron que unos 300 inmigrantes aún están detenidos por ICE.