Fue en abril del año pasado cuando el presidente Trump anunciaba el envío de tropas norteamericanas a la frontera con México para ayudar a recibir a la caravana migrante. A pesar de las reacciones encontradas, quedaba muy claro que serían bastante limitadas las funciones de los soldados: colaborar con inteligencia, operar maquinaria, proteger instalaciones y ayudar con logística.
Los soldados por ley tienen prohibido usar su fuerza dentro de Estados Unidos.
Los miembros de las fuerzas armadas no puede reemplazar a un agente de la patrulla fronteriza, o sea que no pueden perseguir, arrestar o dispararle a ningún migrante. Pero la situación parece estar cambiando poco a poco.
Documentos del Pentágono a los que tuvo accesso la revista Newsweek, muestran que de ahora en adelante los soldados tienen autorización para dispararle a vehículos en movimiento siempre y cuando tengan una “creencia razonable” de que dicho vehículo represente una amenaza.
Mientras expertos temen de la interpretación que se le de a la nueva regla, un asesor de la campaña de Trump dice a Politica Ya que dichas políticas “fortalecen la seguridad nacional que al final beneficia tanto a México como a Estados Unidos.”