(POLÍTICA YA). – Médicos estadounidenses suministraron medicamentos para detener las contracciones a una inmigrante centroamericana embarazada para poderla regresar a que esperara en México por su turno de pedir asilo en Estados Unidos.
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La mujer salvadoreña de 28 años de edad tenía ocho meses y medio de embarazo y estaba experimentando las contracciones cuando fue detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza tras cruzar el Río Grande.
Los agentes la llevaron a un hospital, donde los médicos le dieron medicamentos para detener las contracciones, según reveló la agencia de noticias de Prensa Asociada, (AP).
Luego, según asegura la inmigrante y su abogada, la enviaron casi de inmediato a México.
Allí, ella permanece junto a más de 38,000 personas obligadas a esperar al otro lado de la frontera para audiencias en los tribunales de inmigración bajo la política del gobierno del presidente Donald Trump de “Quédate en México”.
La mujer, que está a punto de dar a luz cualquier día, espera con su hija de 3 años en un campamento improvisado en Matamoros, México, junto a un puente internacional, dijo su abogada, Jodi Goodwin.
“Ella está preocupada por tener al bebé en la calle o por tenerlo en un refugio”, agregó.
La AP no identificó a la mujer salvadoreña porque ella teme por su seguridad, aclaró la agencia.
EMBARAZADAS Y VULNERABLES
A pesar de que la política de “Quédate en México” exime a migrantes “vulnerables”, las mujeres embarazadas no entran dentro de esa clasificación.
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Las mujeres embarazadas enfrentan riesgos especiales en México porque los lugares donde los migrantes esperan para ingresar a Estados Unidos a menudo no tienen acceso a comidas regulares, agua limpia y atención médica.
La agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) declinó hacer comentarios sobre el caso de la mujer, pero defendió su política de devolver a mujeres embarazadas.
“En algunos casos, el embarazo puede no ser observable o revelado, y puede no descalificar en sí mismo a una persona de ser responsable del programa”, dijo CBP en un comunicado. “Los agentes y oficiales considerarían el embarazo, cuando existan otros factores asociados, para determinar la aptitud para el programa”.
Pero Goodwin proporcionó copias de los documentos de inmigración de la mujer de 28 años y el brazalete de cuando fue ingresada en el Valley Regional Medical Center, en el sur de Texas.
“En este caso particular, CBP llevó a esta mujer al hospital”, dijo. “No hay forma de que CBP pueda sugerir que desconocía su embarazo”.
La documentación le indica que regrese a Brownsville, Texas el próximo 14 de noviembre para una audiencia en la corte.