El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo historia este domingo 30 de junio al estrechar manos con el dictador de Corea del Norte Kim Jong Un y caminar 20 pasos dentro de la ermitaña nación. Esto lo convierte en el primer presidente estadounidense en turno, que entra al reino norcoreano.
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Trump cruzó el bordillo de piedra que separa el Norte y el Sur a las 3:45 pm (tiempo local), caminando a lado de un sonriente Kim dentro de un país que por años ha estado en la mira global debido a sus ambiciones nucleares y su extremo desdén por los derechos humanos.

El evento aparentemente espontáneo fue transmitido en vivo y después de él Trump anunció que se puso de acuerdo con Kim para reanudar las pláticas entre el personal de ambas naciones, las cuales colapsaron tras su última cumbre en febrero.
Este es el tercer encuentro en persona entre los mandatarios de ambas naciones y tomó lugar el la fortificada Zona Desmilitarizada de Corea (DMZ). La reunión tomó lugar un día después de que a través de Twitter, Trump invitó a Kim a verse en la frontera para “estrechar manos” y “decirle hola”.
De acuerdo con Trump mientras se daban un saludo de mano, le preguntó al dictador “¿Te gustaría que me cruzara. Yo estoy de acuerdo con eso”. A lo cual el líder norcoreano aceptó rápidamente.
Una vez en territorio norcoreano, Trump y Kim estrecharon manos y se dieron una palmada en la espalda, antes de regresar a la frontera con el Sur después de aproximadamente un minuto.
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“Nunca pensé que te vería en este lugar”, dijo Kim, quien se veía demasiado feliz con el momento, a través de un intérprete.
Posteriormente Trump declaró que estaba “orgulloso de haber cruzado la línea” y agradeció a Kim por la reunión. Además lo invitó a que visitara la Casa Blanca, aunque después admitió que tal visita probablemente no ocurriría dentro de poco.
“Creo que reunirnos aquí, dos países que tienen un pasado hostil, estamos mostrándole al mundo que tenemos un nuevo presente y tenemos una reunión positiva para movernos hacia adelante”, dijo el presidente estadounidense.
Tras el histórico saludo, los dos hombres se reunieron en el interior de la Casa de Libertad en la DMZ por poco menos de una hora. La visita duró más de lo que Trump había previsto cuando dijo que su encuentro con Kim no sería más que un apretón de manos.
Hasta el momento no parece que Trump haya hecho nuevos compromisos en la reunión de 50 minutos con Kim, más allá de llegar a un acuerdo y resumir las pláticas. Además el presidente estadounidense declaró que no tiene ninguna prisa por quitarle las armas nucleares a Corea del Norte.
Sin embargo el histórico encuentro representa un rompimiento en la tensión entre ambas naciones, que incrementó desde que Trump se retiró abruptamente de su última reunión con Kim en Vietnam, hace 4 meses.
Trump aseguró que los equipos de negociación empezarán a reunirse en cuestión de semanas. El personal estadounidense será dirigido por el actual representante de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Biegun; a quien Trump le deseó suerte.