(POLÍTICA YA). – Más de 400 mil hogares corren el peligro de perder sus cupones de alimentos bajo un nuevo plan del gobierno del presidente Donald Trump que cambia la forma en que se calcula la elegibilidad de las personas a esos beneficios.
Además del recorte de $220 mil millones en 10 años al programa de Asistencia de Nutrición Suplemental (SNAP), conocido como “Food Stamps” o estampillas de alimentos, que propuso Trump en su presupuesto de 2020, su administración planea cambiar la medida de inflación del consumidor utilizada para determinar la elegibilidad en los programas.
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Se espera que el Departamento de Agricultura proponga nuevas regulaciones que eliminarían la habilidad de los estados a otorgar beneficios de SNAP a personas que ganan 130% por encima de la línea de pobreza, calculada en $33,475 para una familia de cuatro personas.
PAUTAS GENEROSAS
Hasta el momento, los estados pueden incluir en beneficios de SNAP a hogares con ingresos hasta el 200% del nivel federal de pobreza.
Cuarenta estados, el Distrito de Columbia, Guam y las Islas Vírgenes utilizan las pautas más generosas para calcular si las personas califican para las estampillas de alimentos.
Marcia Fudge, representante demócrata de Ohio y presidenta de un subcomité de agricultura de la Cámara de Representantes, dijo que el cambio daría lugar a que 400,000 hogares pierdan sus cupones de alimentos, según cifras de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Además, 265,000 niños no recibirían comidas escolares gratuitas.
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BENEFICIOS DE CUPONES

A la espera de la propuesta de la secretaría de Agricultura, demócratas en el Congreso defendieron una disposición que permite a los estados proporcionar beneficios de cupones de alimentos a los destinatarios que están por encima de las pautas federales de pobreza, informó el diario The Washington Post.
El gobierno federal paga todos los beneficios de SNAP, pero los estados operan el programa y pagan los costos administrativos con algún reembolso federal.
Incluso con un ingreso bruto del 200% del nivel federal de pobreza, los beneficiarios de SNAP siguen siendo pobres.
Su ingreso neto no debe exceder el 100% de la pobreza después de deducir ciertos gastos tales como vivienda, cuidado infantil y atención médica.
La eliminación de la flexibilidad que ahora tienen los estados tendría serias ramificaciones, en particular para las familias trabajadoras con hijos, dijo al diario The Washington Post Elaine Waxman, experta del Instituto Urbano.
“Es importante ser apreciativo en la reducción de la inseguridad alimentaria para todo tipo de familias porque presenta riesgos para la salud en cada etapa” de la vida, dijo Waxman.