Una adolescente guatemalteca terminó detenida por la Patrulla Fronteriza y recluida en un centro de procesamiento junto a su bebé prematura en Texas, sin que les hayan brindado atención especializada.
Un grupo de abogados y activistas quedó impactado al ingresar esta semana a un centro de detención de inmigrantes de McAllen y encontrar en una “hielera” a la joven inmigrante envolviendo en brazos a su bebé.
De acuerdo con el relato de una de las activistas a la AP, la joven de 17 años estaba abrazando una sudadera y cuando la abrió en su interior vieron a la bebé, prematura y extremadamente pequeña.
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“Ves a esa bebé y no hay duda de que debería estar en un respirador con un monitor cardiaco”, dijo Hope Frye, voluntaria de un grupo activista que visitó las instalaciones de la Patrulla Fronteriza para asegurarse de que cumplan con las normas legales.
Para Hope, y los activistas que la acompañaban, las condiciones en que tenían a la joven deja en evidencia las deplorables condiciones en que los inmigrantes son retenidos por el gobierno tras cruzar la frontera.
Carla Vargas, abogada de inmigración, detalló que la adolescente estaba en una celda fría, sucia, sin atención médica y rodeada de adultos, cuando no debería de ser así por tratarse de una menor de edad no acompañada, según dijo a Política Ya.
La joven madre fue descubierta por los activistas este martes y se esperaba que para este jueves lograran trasladarla, junto a su bebé, a una instalación privada para migrantes menores de edad.
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La guatemalteca relató a los activistas que atravesó México embarazada y en ese mismo país tuvo una cesárea de emergencia a principios de mayo. Para el 4 de junio cruzó la frontera a duras penas y con su bebé a cuestas.
Cruzó la frontera por el Río Bravo, en donde fue ayudada por otros, luego también necesito ayuda para poder subir a la unidad de la Patrulla Fronteriza que la detuvo.
En el centro fue mantenida en una silla de ruedas, ahí sentada toleró un dolor extremo y vio la salud de su bebé deteriorarse.
La joven detalló que los oficiales fronterizos la obligaron a abandonar su mochila con la ropa del bebé y llegó al centro de detención sin nada más que lo que ambas traían puesto.
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La bebé seguía con el mismo mameluco sucio y estaba envuelta con una sudadera que otra madre inmigrante le dio a la joven para cubrir a su hija del frío que hace en las celdas.
Las activistas destacaron que ni la adolescente ni su bebé debieron ser colocadas en el centro. Muchos menores de edad no acompañados siguen siendo detenidos en las mismas celdas en que mantienen a adultos, y eso va contra la ley, según denuncian.
