Washington, D.C. (Entravision) –
Como hace tres décadas, la crisis de los menores migrantes que cruzan Centroamérica buscando llegar a Estados Unidos se recrudece. Desde la administración de Barack Obama los llamados niños de la frontera se cuentan por miles. Todos escapan de la pobreza y de, peor aún, convertirse en pandilleros. Pero llegar a la frontera es solo la antesala de la que podría ser la espera más larga de sus vidas.
No todos los niños migrantes vienen solos. La mayoría llegan a la frontera acompañados por un padre o familiar. No obstante, la vida de estos pequeños quedará marcada por la travesía que muchos adultos ni siquiera se atreverían a pensar. Platicamos con quienes sin nada se aventuraron no solo a cambiar de país sino de vida.
Hablamos con el abogado de inmigración Gunther Sanabria sobre el proceso de asilo, las opciones que tienen los niños no acompañados, y la decisión de un juez federal de suspender la decisión de Trump de denegar asilo a las personas que entran ilegalmente en el país.
De los momentos más controversiales en el tema migratorio está la decisión de la administración del presidente Donald Trump de separar a más de 2,000 niños menores de sus padres cuando estos intentaban cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Una familia que sufrió de este fallo nos cuenta como enfrenta la separación.
Mientras en El Salvador dicen que disminuye el éxodo de menores no acompañados, los coyotes buscan solventar la pérdida económica de una ola migratoria.